TRISTE CUENTO DE NAVIDAD
La historia cuenta que hace algún tiempo un hombre castigó a su
hija de 5 años por desperdiciar un rollo de papel dorado para envolver regalos.
Estaban muy mal de dinero y se molestó mucho cuando la niña pegó todo el papel dorado en una cajita que puso debajo del árbol de navidad.
Sin embargo, la mañana de navidad, la niña entregó a su padre la cajita envuelta con el papel dorado, diciendo:
-Esto es para ti, papá.
El padre se sintió avergonzado por haberse molestado tanto la noche anterior, pero su molestia resurgió de nuevo cuando comprobó que la caja estaba vacía, y le dijo en tono
molesto:
- ¿No sabe usted, señorita, que cuando uno da un regalo debe haber algo dentro del paquete?
La niña se giró con lágrimas en los ojos y le dijo:
- Pero papi, no está vacia. Le puse besitos hasta que se llenó.
El padre, entonces, conmovido, abrazó a la niña y pidió
que le perdonara su horrible manera de proceder.
Un tiempo después, un accidente se llevó la vida de la niña
y el padre conservó la cajita dorada junto
a su cama por el resto de su vida. Cuando se sentía solo y desanimado, metía su mano en la caja y sacaba un beso imaginario del amor de su vida... su niña adorada.
En cierto sentido, todos nosotros los humanos hemos recibido una
cajita dorada llena de amor incondicional y besitos de nuestros hijos, familia, amigos...
No hay regalo más precioso que uno pueda recibir, son como ángeles que nos levantan cuando hemos caído o cuando nuestras alas tienen dificultad para elevarnos y hacernos volar.
Sinceramente, esta leyenda me llego hasta lo mas profundo de mi corazón.