“Querida hermana. Siempre me has acompañado en la vida. Hemos crecido juntas y compartido experiencias.
Eres la mejor amiga que haya podido tener y que siempre me has querido tal como soy y sin esperar nada a cambio.
Solo por la satisfacción de verme feliz.
Por eso quiero que sepas que siempre podrás contar conmigo aunque sé que haga lo que haga nunca podre agradecerte lo suficiente tu apoyo. ¡Gracias!”
“Apenas me acuerdo cuando naciste, solo la ilusión que había en la casa.
Eras una bebe muy risueña y bonita que desde el primer día llegaste a mi corazón.
Desde entonces al ser tu hermana mayor, siempre quise protegerte y cuidarte.
Al pasado el tiempo desde entonces y aunque nuestra vida haya tomados caminos distintos debes saber que siempre estarás en mi pensamiento y siempre podrás contar conmigo”.
“Hermana del alma, te escribo estas palabras pues casi nunca tenemos tiempo para pararnos a pensar en nuestra especial relación.
Desde lo más profundo de mi corazón quiero decirte lo importante que eres para mí.
Quizás no encuentre las palabras precisas que puedan expresar lo mucho que te admiro y respeto.
Tú siempre has sido más que una hermana. Siempre has sido mi mejor compañera y la amiga que jamás podré encontrar ni comparar. ¡Gracias por existir!”