Los hermanos no necesitan palabras,
ellos han perfeccionado un lenguaje
de guiños, sonrisas, ceños fruncidos
y expresiones sorpresa,
que pueden socavar cualquier cuento
que les estés contando.
Tener un hermano
es como tener un mejor amigo del que
no puedes deshacerte,
hagas lo que hagas, estará ahí.