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frases de hermanos



Los hermanos no necesitan necesariamente decirse algo el uno al otro; pueden sentarse en una habitación, estar juntos y estar completamente cómodos el uno con el otro.-Leonardo Dicaprio.


En el exterior crecemos. Pero no es así para hermanos y hermanas. Nos conocemos como siempre. Conocemos nuestros corazones. Compartimos nuestras bromas familiares privadas. Recordamos nuestros secretos familiares, penas y alegrías. Vivimos fuera del efecto del tiempo.-Clara Ortega.







Todos para todos y todos para uno. Mi hermano y mi amigo. Que diversión tenemos. El tiempo que compartimos. Hermanos hasta el final.-Autor desconocido.


Fue maravilloso crecer con alguien como tú-alguien en quien apoyarse, alguien con quien contar.-Autor desconocido.


A medida que crecíamos, mis hermanos actuaban como si no les preocupase, pero siempre supe que me cuidaban y estaban allí.-Catherine Pulsifer.


Un hermano comparte memorias de infancia y sueños de adulto.-Autor desconocido.


-A veces ser un hermano es incluso mejor que ser un superheroe.-Marc Brown.






Te amo, estuviste ahí para mi, me protegiste, y sobre todo, me amaste. Podríamos pelear, gritar y discutir pero, a pesar de todo, es amor. Eso solo existe en un hermano y una hermana.-Autor desconocido.


Dulce es la voz de una hermana en la temporada de la tristeza.-Benjamin Disraeli.



Señor, quiero ser un cachorrito



Señor,
conviérteme en perrito



Señor, perdona si te molesto,
pero hoy quisiera hacerte un pedido,
sé que podrás concedérmelo,
porque amas mucho a tus hijos:

Yo quisiera dejar de ser niño
y que me conviertas en un perrito;
pero no uno vagabundo,
sino como el de Francisco.

Yo sé que Tú lo conoces…
Es un cachorro muy bonito,
con ojos del color del cielo,
y mirada que llega al infinito.





Te extrañará este pedido,
parece broma, pero es en serio;
cuando te explique mi motivo
entenderás porqué te lo pido.

Tengo el corazón muy triste
de escuchar tantos gritos
al llegar a casa de noche
con los bolsillos vacíos.

Nací pidiendo limosnas
bajo el calor y bajo el frío,
mientras en una casita muy cómoda
vive el perro de Francisco.

A él lo sacan a pasear
de lunes a domingo,
y le compran alimento
que me han dicho,
¡es carísimo!

Lo bañan y lo perfuman,
luce siempre limpiecito,
¡y si vieras las caricias
que recibe este cachorrito!

Yo lo miro… y sí,
Señor, perdóname,
pero lo envidio;
yo jamás en la vida
he recibido tanto cariño.





Cuando a mi casa regreso,
ya muy tarde y sin un cinco,
me tratan como a un delincuente
pues dicen que ni para pedir sirvo.

Por eso, Tú que todo lo puedes,
conviérteme en un perrito;
dicen que ellos no tienen alma,
así no sufrir más, te pido.


Quiero que me tengan en brazos,
pues debe ser un lugar muy tibio...

sé que es feliz, el cachorro,
se le nota en los ojitos.

Tal vez si tuviera yo madre,
todo sería distinto;
y ella cuidaría de mí
junto con mis hermanitos.

Podría decirse entonces
¿que doy por hecho el pedido?,
sé que no me arrepentiré,
al ser convertido en perrito.


Conversando con mi Soledad


Mi soledad

No sé por qué pero hoy conversé con mi soledad y nos entrampamos en un dialogo muy fluido hasta el amanecer no todos los días lo hago, pero hoy necesitaba hablar con alguien, alguien que sepa de mis temores y mis dudas, alguien que me conozca y sepa como pienso, alguien que sepa de mis hazañas y mis sin sabores y mientras manejaba con dirección a casa me preguntaba quién me conoce así, y terminé diciendo que mi soledad compañera de muchos años me conoce.

Llegué a mi casa, abrí la puerta, encendí la luz y no la vi... con cierta risa burlona me dijo "aquí estoy, jamás me quedo, siempre te acompaño" y supe que era mi soledad... vaya, dije, sí que te sabes esconder, ¿y cómo estás? le pregunte. Y me dijo bien y dispuesta a conversar, así que quien mejor que yo que te conoce para despejar unas dudas.





¿Cómo es que me conoces tan bien? le pregunté. ¡Aah! -replicó, es que siempre estoy; ya son muchos años juntos y te escucho hablar, reír, te veo llorar y siempre termino por enterarme de ti.

¿Será posible que algún día puedas dejarme? Le pregunté, "no lo sé" me respondió; "pero si te dejo ya no estaré más y estarás sin soledad y quizá te sientas peor que hoy, ahora te veo solo, y cada día más solo que nunca... pero no sé si algún día me iré.

¿Qué tengo que hacer para que me dejes? Le dije a manera de conversación, ya que estoy cansado de estar siempre solo.

Pues no lo sé, -respondió certeramente diciéndome "sólo tú reconocerás el momento y sabrás que me fui, pero en el hoy me encargaron secar tus lágrimas y quizá un día lo añores, porque si encuentras a alguien que seque tus lagrimas mejor que yo, sólo lo sabrás tú."





Me doy la vuelta y miro la habitación, sola y vacía, la luz de la luna se cuela por la ventana y ello te invita a escribir y a escucharte a ti mismo. Mientras volteo me doy cuenta que la noche está terminando y el día comienza a rayar, el canto de las aves se deja escuchar y la luz de la ciudad se apaga, pienso y digo "mis ojos deben estar hinchados de tantas lágrimas y mi soledad aquí conmigo", como siempre me invita a descansar un rato, "hay mucho trabajo para hoy y si tienes más dudas siempre estaré aquí" -me dice, "aunque por momentos me olvides sabes que al terminar el día estaré aquí para seguir secando tus lágrimas".

Bueno soledad es muy grato saber que estas aquí, aunque cansado de estar solo me encuentro no me queda más que soñar que el día llegará y vendrás a disipar y terminar con mi soledad.



Una mujer


Soy mujer


Soy mujer cuando me miro al espejo y veo que ya no estoy tan joven.

Soy mujer cuando quiero superarme aunque ya parezca tarde.

Soy mujer cuando leo un libro y no tengo tiempo de terminarlo.

Soy mujer cuando tengo que lavar toda la ropa pero no quiero doblarla.


Soy mujer cuando me quiero cambiar el color de cabello, pintarme las uñas de rojo, hacerme un facial o ponerme unos tacones altos.

Soy mujer cuando me paso horas en el teléfono escuchando de mis amigas con sus problemas amorosos o que están cansadas de la rutina de todos los días, de sus nuevos amores y de sus decepciones… ¡como si no fuera suficiente con las mías propias!





Soy mujer cuando tengo la capacidad de que un ser humano se forme dentro de mí por 9 meses.

Soy mujer cuando doy a luz con dolor o cuando me tengo que recuperar de una cesárea.


Soy mujer cuando me divido en: madre, esposa, amiga, psicóloga, enfermera o maestra, todo ello sin necesidad de tener el mencionado título, o recibir salario alguno por ello.

Soy mujer cuando me levanto temprano a atender a mis hijos antes de irse a la escuela.

Soy mujer cuando hago todo lo posible por acostar a mis hijos más temprano para hacer el amor con mi esposo.

Soy mujer cuando quiero complacer a mi pareja aunque no estemos de acuerdo en algo.

Soy mujer cuando busco un tiempo para tomarme unas copas con mi esposo, novio, amante, amigo, etc.

Soy mujer cuando doy consejos que ni yo misma aplico en mi vida, pero que de todos modos, a alguien logran ayudar.





Soy mujer si me gusta el rosado, el azul o el marrón, tanto si me gustan los deportes como si no los puedo ni ver. Mujer si me gustan o no, las joyas, ropa o moda... pues me siento femenina con ello, aunque no me queden igual que a las modelos.


Soy mujer cuando me dejo seducir por los zapatos y bolsos. Pueden ser 100 pares o más los que tenga, da igual pues me encantan y los quiero todos, incluso aquellos que ya no utilizo desde hace tiempo porque ya pasaron de moda.

Soy mujer cuando pido que me traten como una reina, que me cuiden, que me mimen y me respeten. ¡Porque merezco ser tratada así, claro que sí!

Soy mujer porque tengo la capacidad de amar y de ser amada.

Yo soy mujer

Por estas y muchas más razones, soy mujer, y orgullosa de serlo.

Dedicado a todas aquellas que en algún momento nos hemos frustrado y sentido que no valemos. Ser mujer es algo hermoso y valioso, a todas por igual nos debería llenar de orgullo.



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